La Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad
Central del Ecuador acaba de recibir una grata noticia. Uno de sus estudiantes,
alumno de nuestro Taller 2 ha obtenido el 2do lugar en una competencia
internacional. En Alemania consideraron que el suyo, es uno de los mejores
trabajos enviados, y ese gesto ratifica lo que en nuestro interior hemos venido
guardando con bastante prudencia: La certeza que existe excelencia académica en
muchos talleres de la Facultad y en bastantes aulas de la Universidad Central.
Los profesores del Taller 2 felicitamos a Esteban Ulloa y al
profesor a cargo de su nivel Christian Loayza, quien siguiendo la tradición de
este taller, no abandonó la idea del concurso internacional en el pensum académico
del 9no semestre. Dejaré mejor que la palabra de Esteban sea la que continúe.
El proyecto es la evolución de una primera
propuesta que no tuvo aceptación, sin embargo ambas tuvieron un mismo objetivo,
que es sorprender al usuario del proyecto, pensando paralelamente en las
exigencias del concurso, lograr un espacio de estar, descansar, y protección. Considerando esto, simplemente fusioné todas estas actividades en un sólo objeto,
interpretando la mutación y transformándola en espacio, cada actividad tiene su
lugar y por tanto su forma, una forma que muta de manera sutil y continua. La
forma y la función se fusionan, desde la ergonomía hacia el espacio, consiguiendo
como resultado final un elemento diferente, que por su extrañeza invita al
usuario a explorarlo, cumpliendo con su objetivo, un espacio que cautiva la
imaginación del público, brindando refugio, descanso y un lugar para
permanecer. Un todo lúdico, un espacio juego para quienes
lo deseen descubrir.
Mi experiencia en el concurso fue fascinante,
porque mientras desarrollaba el proyecto ni siquiera imaginé quedar finalista,
tal vez sentía una leve esperanza en quedar entre los 20 primeros, que son los
que van a exponer en la Bauhaus. Ahora creo que esto se debe a que en la F.A.U.
no hay costumbre académica de
participación fuera de las aulas y esto debería empezar a cambiar, sentía miedo
en competir contra universidades internacionales y más aún si sabía que son europeas.
Con este pequeño proyecto sé que todo depende de nuestras capacidades. Oportunidades;
las hay, solo es cuestión de tomarlas. Ahora mismo sé que están presentadas más
de 10 convocatorias de concursos académicos internacionales de arquitectura y apuesto que menos de 10 de los más de 1000
estudiantes de la F.A.U. participarán. Todos tenemos la misma incapacidad en la
masa gris, sobresalen los que logran deshacerse un poco de esa incapacidad y
empiezan a crear, transformar, innovar y sobre todo sorprender.